Inflación cósmica: expansión acelerada del universo

¿Qué es la inflación cósmica?

La inflación cósmica es una teoría que explica cómo el universo se expandió tan rápidamente después del Big Bang. Según la teoría, en los primeros momentos después del Big Bang, el universo experimentó una fase de expansión extremadamente rápida, en la que su tamaño se expandió en un factor de al menos 10^26 en solo una fracción de segundo. Esta expansión acelerada habría sucedido en una escala cósmica, lo que significa que afectó a todo el universo, desde las galaxias hasta las partículas subatómicas.

La hipótesis de la inflación cósmica fue propuesta por primera vez en la década de 1980 por el físico estadounidense Alan Guth, y desde entonces ha sido ampliamente aceptada por la comunidad científica como una explicación plausible para una serie de fenómenos observados en el universo.

La expansión acelerada del universo

La inflación cósmica es la causa probable de la expansión acelerada del universo que se ha observado en los últimos años. Se piensa que la inflación cósmica fue causada por una fuerza repulsiva que empujó el espacio a expandirse rápidamente. Esta fuerza repulsiva, llamada energía del vacío, fue producida por campos cuánticos que llenaban el universo en los primeros momentos después del Big Bang.

La expansión acelerada del universo se ha medido observando la luz de las estrellas y galaxias distantes utilizando telescopios. Los astrónomos han descubierto que la luz de estas galaxias se desplaza hacia el rojo, lo que indica que se están alejando de nosotros y de otras galaxias a velocidades cada vez mayores. Este descubrimiento ha llevado a la hipótesis de que el universo se está expandiendo aceleradamente.

¿Cómo se descubrió la inflación cósmica?

La inflación cósmica fue descubierta por primera vez en 1992 por un equipo de científicos liderado por George Smoot y John Mather, utilizando el satélite COBE de la NASA. Los científicos analizaron la radiación de fondo de microondas, una especie de “eco” del Big Bang que se encuentra en todo el universo, para buscar evidencia de la inflación cósmica. Descubrieron que la radiación de fondo tenía patrones de temperatura que solo podrían explicarse por la expansión acelerada del universo.

Posteriormente, en 2014, un equipo de científicos liderado por John Kovac descubrió otra evidencia de la inflación cósmica al detectar ondas gravitacionales en la radiación de fondo de microondas utilizando el telescopio BICEP2. Estas ondas gravitacionales son ondulaciones en el espacio-tiempo que se habrían producido durante la inflación cósmica y que proporcionan una evidencia adicional de la teoría.

Ejemplos de evidencia de la inflación cósmica

Además de las ondas gravitatorias y los patrones de temperatura en la radiación de fondo de microondas, hay otras observaciones que apoyan la teoría de la inflación cósmica. Uno de ellos es la homogeneidad del universo a gran escala, lo que significa que la distribución de materia y energía parece ser la misma en todas las direcciones en la escala del universo entero. Esto solo se puede explicar si el universo se expandió extremadamente rápidamente en sus primeros momentos.

Otra evidencia es la falta de objetos de gran tamaño en el universo. Si la inflación cósmica no hubiera ocurrido, se esperaría que hubiera objetos más grandes en el universo que las estructuras que vemos actualmente, ya que la gravedad habría tenido más tiempo para actuar. La inflación cósmica explica por qué esto no es así: se expandió el universo tan rápidamente que las estructuras más grandes no tuvieron tiempo para formarse.