¿Qué es el diamagnetismo?
El diamagnetismo es una propiedad magnética presente en algunos materiales que se caracteriza por repeler los campos magnéticos. Esta propiedad es la menos conocida de las tres propiedades magnéticas, siendo las otras dos el paramagnetismo y el ferromagnetismo.
El diamagnetismo se debe a que los electrones de los átomos que conforman el material responden a los campos magnéticos aplicados de una manera diferente a los materiales paramagnéticos y ferromagnéticos. Esto provoca que se genere un campo magnético opuesto al aplicado, lo que resulta en la repulsión del material.
Ejemplos de materiales diamagnéticos
Los materiales diamagnéticos son aquellos que poseen una susceptibilidad magnética negativa, lo que significa que se alejan de los campos magnéticos aplicados. Algunos ejemplos de materiales diamagnéticos son el cobre, la plata, el oro, el mercurio, el bismuto y el agua.
Aunque la mayoría de los materiales son diamagnéticos en cierta medida, la fuerza de esta propiedad suele ser muy débil en comparación con el paramagnetismo y el ferromagnetismo. Por esta razón, los materiales diamagnéticos suelen ser utilizados en aplicaciones que requieren materiales no magnéticos, como la fabricación de instrumentos científicos y médicos.
¿Cómo se produce el diamagnetismo?
El diamagnetismo se produce cuando los electrones de los átomos de un material se ven sometidos a un campo magnético externo. Los electrones comienzan a girar alrededor del núcleo del átomo y, debido a la Ley de Lenz, generan un campo magnético opuesto al aplicado.
Este campo magnético opuesto al aplicado genera una fuerza que empuja al material hacia fuera del campo magnético. La fuerza del diamagnetismo depende del número de electrones del átomo y de su configuración electrónica. Los átomos con una configuración electrónica completa son menos susceptibles al diamagnetismo que los átomos con electrones no apareados.
Aplicaciones y usos del diamagnetismo
Aunque el diamagnetismo es la propiedad magnética menos conocida, tiene varias aplicaciones y usos útiles. Por ejemplo, los materiales diamagnéticos se utilizan en la fabricación de dispositivos médicos, como resonancias magnéticas, que utilizan campos magnéticos para producir imágenes del cuerpo humano.
Los materiales diamagnéticos también se utilizan en la fabricación de instrumentos científicos, como la balanza de Faraday, que utiliza el diamagnetismo para medir la masa de pequeñas muestras. Además, el diamagnetismo se utiliza en la levitación magnética, donde un material diamagnético puede ser levitado en un campo magnético de alta intensidad.